Madrid- Ante el nuevo escenario de la pandemia, las empresas de moda nupcial tienen que prepararse para competir en un nuevo entorno marcado por el distanciamiento social, la digitalización acelerada y una reconfiguración de las cadenas de suministro globales.
Éste es uno de los resultados del estudio “Bridal Fashion, Sustainable Style, Conscientious Business” encargado por Valmont Barcelona Bridal Fashion Week (VBBFW), que además advierte que el sector de la moda nupcial tiene que empezar un proceso de transformación para tener acceso a nuevos sectores de la demanda superando el reto digital.
Según el profesor Nueno, “Entre otras muchas consecuencias, la situación compleja generada por la COVID-19 ha acelerado el proceso de digitalización que ya estaba en marcha desde hace tiempo y que las generaciones más jóvenes (novias de la generación Z y Alpha) van a exigir. En este marco, empresas y detallistas deben trabajar de forma conjunta buscando nuevas fórmulas para alcanzar e impactar al consumidor final.
Digitalización de los procesos en el canal retail, una necesidad
El estudio analiza qué cambios tienen que introducir en sus procesos no sólo las empresas que producen, sino los distribuidores y las tiendas para superar este momento especialmente complejo: de la misma forma que el consumidor deberá aprender a convivir con el virus, también el canal retail tendrá que aprender a “trabajar con él”.
En este sentido, el estudio no prevé que como consecuencia de la COVID-19 aumente de forma significativa la compra de vestidos de novia online, pero sí que pronostica la necesidad de una transformación digital, capaz de generar una nueva experiencia para la novia en el proceso de compra, tanto en la fase de búsqueda inicial y selección de marcas a visitar como en el momento sucesivo, o creando showrooms virtuales y citas previas por videoconferencia de estilistas con la novia, que se desplazará al punto de venta o taller sólo al final del proceso.
En este marco, también hay datos que inducen al optimismo: según los últimos datos disponibles, la práctica totalidad de las bodas previstas en 2020, que por la emergencia sanitaria no se han podido celebrar, no se han anulado sino pospuesto. Otro punto positivo para esta industria es que todo apunta a que el vestido continuará siendo una prioridad entre las novias.
Crédito de foto: Valmont Bridal Barcelona Fashion Week
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